Que país é este que elogia e promove corruptos? (Versão para os surdos)

Há gente sem escrúpulos nenhuns. Primeiro, fizeram uma imitação do Jacinto Paixão, adulterando a voz de um outro alentejano que passava pelas ruas na tentativa desesperada de difamar o bom nome do Futebol Clube do Porto. Naturalmente, foram refutadas todas as ideias que indiciavam acções de corrupção. Não satisfeitos com a argumentação fabulosa de quem defende Pinto da Costa e seus cães, perdão, seus comparsas (uma argumentação que tem como ponto fundamental este: os resultados desportivos. O que é de um nível de sofisticação só ao alcance dos génios porque não há de facto melhor forma de refutar uma acusação de corrupção do que com os resultados que a equipa teve; não há) arranjaram forma de colar a cara do Jacinto Paixão e dar-lhe animação para que pareça que o ex-árbitro está de facto a admitir que foi aliciado e corrompido por gente ligada a esse clube honrado e digno de sede na gloriosa cidade invicta. O que é que vão inventar mais? 

Mas a cabala não acaba aqui. São tantos os tentáculos do Benfica por essa imprensa fora, especialmente em Espanha, onde o Benfica tem gente inserida em tudo o que é jornal, que - imagine-se - a "Marca" há duas semanas dava conta de um jantar entre António Garrido, Reinaldo Teles e o árbitro do jogo Porto-Villarreal. O mesmo modus operandi! Não acham coincidência a mais? Nem criatividade têm os dirigentes do Benfica para a invenção! Então quer dizer que estes dois dignos representantes do Futebol Clube do Porto iriam enveredar por caminhos sinuosos, por caminhos ilícitos, especialmente Reinaldo Teles, empresário de sucesso no ramo da importação/exportação de fruta fresca e exótica? Não digam mentiras, seus maus perdedores. A "Marca" é claramente controlada pelo Benfica:

«Directivos del Oporto cenaron con el árbitro tras el partido contra el Villarreal

 
Reinaldo Teles y Antonio Garrido, implicados en el caso 'Pito Dorado', acudieron al restaurante con el holandés Kuipers · También cenó allí el presidente Pinto da Costa

El Oporto, rival del Villarreal en las semifinales de la Europa League, incumplió el pasado jueves una de las reglas más importantes que marca la UEFA: la prohibición expresa de que directivos o miembros de cualquiera de los equipos contendientes acompañen a los árbitros del partido durante su estancia en la sede del choque. Y mucho menos, que coman o cenen con ellos.

Tras ciertos casos de corrupción aparecidos hace algunos años, el organismo que regula el fútbol europeo incide mucho en velar por cualquier tipo de conducta que pueda dar lugar a presuntas irregularidades. Y así lo expresa nítidamente en su reglamento: "Durante su estancia en la sede del partido, los árbitros deben ser únicamente atendidos por un enlace que será un representante oficial de las asociaciones nacionales del equipo anfitrión (artículo 20.08 del capítulo XIII)". Es decir, sólo puede acompañarles alguien de la Federación o del Comité de Árbitros.

Pero, según ha podido saber MARCA, esta regla se incumplió gravemente la noche del pasado jueves, cuando el holandés Bjorn Kuipers, encargado de dirigir el choque entre el club luso y el Villarreal, cenó con varios directivos y personas estrechamente vinculadas al Oporto en el mismo restaurante.

Kuipers cenó en la Marisqueira de Matosinhos -de la localidad del mismo nombre situada a 10 kilómetros de Oporto- con Reinaldo Teles, directivo del club portugués y persona de gran confianza del presidente de la entidad, y con Antonio Garrido, ex árbitro luso que colabora con el Oporto.

A lo largo de la cena, el asunto fue más allá cuando ¡el propio presidente! Jorge Nuno Pinto da Costa también apareció en el exclusivo restaurante de la Rua do Roberto Ivens.

La UEFA no ve con buenos ojos estas prácticas, sobre todo teniendo en cuenta que Pinto da Costa, Teles y Garrido estuvieron involucrados en el escándalo de corrupción arbitral que salpicó al fútbol portugués en 2004 conocido como 'Pito Dorado'.

Escuchas telefónicas

Teles y Garrido no fueron condenados porque la justicia portuguesa no aceptó como pruebas las escuchas telefónicas. El caso se saldó -además del descenso administrativo del Boavista y cinco árbitros suspendidos- con dos años de suspensión para Pinto da Costa y una sanción de seis puntos en Liga para el Oporto, que además fue apartado de la Champions League 2008-2009. Esta sanción fue posteriormente revocada por el Comité de Apelación de la UEFA.

La actuación del holandés Kuipers en dicho partido (que concluyó con un contundente marcador de 5-1 a favor de los portugueses) se saldó con tres tarjetas amarillas para los castellonenses -Catalá, Borja y Diego López-, un penalti señalado a favor de los locales y la reclamación de un posible fuera de juego en el cuarto gol del Oporto.

Ante la sospechosa irregularidad de esta cena, el Villarreal podría plantearse ahora presentar una reclamación ante la comisión disciplinaria de la UEFA, el mismo órgano al que iba dirigida la demanda presentada por el Real Madrid contra los jugadores del Barça, que fue desestimada el pasado lunes.» 

É a inveja de quem não ganha. De quem precisa de atacar os outros, é o que é. E não ficou por aqui, este plano para manchar o bom nome da instituição portista. Depois de ter sido refutada a notícia anterior com um argumento estupendo sobre uma suposta ligação fraternal entre capitais Lisboa e Madrid, numa luta contra os malandros dos provincianos catalães e portistas, surpreenderam-nos a táctica de defesa quando, há dois dias, vem de Barcelona mais uma bomba de hidrogénio: o jornal ligado ao clube a que o Porto se tenta desesperadamente colar (como se tivessem, um e outro, alguma coisa a ver em termos de dignidade e postura), o "Sport", traz mais uma difamação inaceitável:

«CORRUPCIÓN EN EL OPORTO QUE ENTRENABA MOURINHO

Jacinto Paixao, uno de los árbitros implicados en la investigación que se abrió en 2004 en Portugal a raíz de descubrirse una gran trama de corrupción en el fútbol portugués, reapareció ayer para confesar. Si cuando todo lo que rodeó al `Silbato dorado¿ hace seis años quedó impune ante la justicia, el ex colegiado ha decidido romper su silencio para dar veracidad al escándalo... Y poner en la picota al Oporto de Pinto da Costa. Y de José Mourinho.

Campeón de Liga en 2003 y en 2004, aquel magnífico Oporto tenía sus puntos oscuros. De acuerdo a la confesión de Paixao, era habitual que el club `cuidase¿ a los colegiados con el pago de viajes personales, el ofrecimiento de prostitutas de alto standing o cualquier clase de regalos. Todo, claro, con anterioridad al partido que debiera dirigir el árbitro en cuestión. Así ocurrió en los días previos a un Oporto-Academica, disputado en diciembre de 2002 y que ganó el equipo local por 4-1... Remontando en la segunda mitad un 0-1, con tres dianas en los últimos trece minutos y dos logradas de penalti. Dudoso.

En toda la documentación que pudo incautar la policía, el nombre del presidente del Oporto, Pinto da Costa, aparece en varias ocasiones, aunque no existe constancia pública de que José Mourinho estuviera al tanto de lo que ocurría... Si bien es curioso como encaminó su equipo algunas victorias ligueras de aquel curso 2002-03. Un penalti le ayudó a remontar ante el Gil Vicente, otro le dio la victoria ante el Moreirense y un tercero abrió un triunfo ante el Beira Mar. Además del encuentro ante el Académica denunciado por Paixao.

Las irregularidades quedaron impunes, las escuchas telefónicas se aceptaron como prueba y la mayoría de involucrados fueron absueltos, aunque la sospecha quedó en el aire. El Oporto no fue el único señalado pero, a la vista de sus éxitos de aquella época, la confesión de Paixao puede abrir una tormenta.»

E agora, o que dizer? Há que falar em Mourinho, ódio ao Mourinho por parte dos catalães. O Porto não tem nada que ver com estas historietas de cordel. Aliás, é de uma coincidência notável que 99 por cento das notícias sobre corrupção em Portugal estejam ligadas a este clube honrado, de adeptos dignos e dirigentes imaculados. Caso contrário, teremos o quê? Um clube que beneficia há 3 décadas do favorecimento das estruturas do futebol, particularmente da da arbitragem, ganhando em catadupa troféus adulterados, construindo equipas e mentalidade vencedora enquanto aniquila a hipótese de sucesso dos outros, que estende tentáculos que lhe permitem a completa impunidade legal, moral e política, transformando os seus adeptos numa massa generalizada cúmplice de crimes de corrupção, uma massa acéfala, perdida e anestesiada pelos êxitos desportivos, abdicando dos valores, dos princípios, da dignidade com que deviam analisar e criticar quem comete actos corruptos?

Não, não acredito. É tudo mentira. É o poder de Lisboa contra os briosos, de fina ironia e guerreiros nortenhos. Não pode ser para acreditar. É que se for para acreditar muita gente vai ter de meter um balázio nos cornos quando se aperceber da filha da puta da hipocrisia com que vivem uma vida de atrasados mentais. Já dizia o César Monteiro: "Rosarinho, minha filha, ao servires um gelado, nunca te esqueças que um dia também tu serás mãe".